miércoles, 2 de diciembre de 2009

LA BOLSA DE POBREZA

Los pilares de la sociedad del bienestar, economía, enseñanza y sanidad, resumiendo al máximo, se han venido abajo. Quizás pudiéramos salvar la sanidad, pero según en qué sitios.

La nota más dramática de todos los indicadores consultados, es la del desempleo que alcanza el 19,3% de la población activa.

Este dato, además de darnos una situación precaria de cotizantes, nos hace intuir la situación dramática por la que pasan muchas familias, cuyos miembros han agotado todo tipo de prestaciones y sus ingresos son de cero euros. Mal asunto, porque no se intuye cuando se comenzará a crear empleo.

Pero la situación de pobreza creada por estas enormes tasas de desempleo, no terminarán fácilmente. Más aún, dentro de diez o quince años se seguirá sufriendo. Baste pensar que todos aquellos que han ido a la calle con cincuenta o más años, no encontrarán empleo. Sus cotizaciones serán bajas o nulas y, por ende, las pensiones a las que tengan derecho, si es que lo tienen, serán mínimas.

La pobreza está servida para muchos años.

Es necesario cambiar las estructuras empresariales, laborales, sindicales. No se trata de buscar un remedio a corto plazo, que también. Se trata, por una vez, de pensar en una estructura social, económica, laboral y sindical para el futuro, y eso requiere muchos cambios que parece que nadie tiene intención de iniciar.
De lo contrario, la horrible crisis nos estallará en las manos de muy diversas maneras y la paz social puede terminar hecha añicos.

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