sábado, 26 de diciembre de 2009

CON CUIDADO, PERO CON FIRMEZA

Lamentablemente, los menores que deben ser tutelados por las Comunidades Autónomas y separados de sus familias, quizás incapaces de educarlos, son muy numerosos aunque no sean noticias habitualmente. Los menores no pagan impuestos, no producen y no votan.

No hace muchos días ha salido a la prensa la noticia de un menor separado de sus padres y, al parecer, la causa de la privación de la tutela ha sido la obesidad del menor. Raro parece si no hay otro problema de fondo, pero será así.

Las causas de privación de tutela son muy diversas y todas desgraciadas. Y el proceso, aún peor.

En primera instancia tiene que haber un entendimiento, por denuncia o conocimiento, de las autoridades. La intervención de los servicios sociales suele prolongarse con la buena intención de solucionar el problema y se intenta que no se produzca la separación. Cuando llega el mandamiento judicial, han pasado meses inútilmente. En ocasiones, antes de llegar a la situación de separación, los menores son encomendados a la familia extensa (tíos, abuelos, etc.) que no suelen estar exentos de problemas sociales.

En todo este proceso, el menor se agota, llega machacado a un centro de acogida donde no conoce a nadie, tiene que guardar desde el primer momento una disciplina que no conoce, es ignorante de las más mínima normas de convivencia o estudio. Estos chicos necesitan de inmediato diversas atenciones muy especializadas de psicólogos, médicos y, sobre todo, educadores.

También hace unos días salió muy tímidamente a la prensa que en algunos centros de tutela de la Comunidad de Madrid, los menores han sido objeto de diversos malos tratos. Precisamente eso es lo que menos necesitan, porque lo que se pretende como objeto principal es la tan difícil reinserción o normalización.

Con todo el cuidado que exige la Ley del Menor y la confidencialidad de datos, la privacidad de los menores y su bienestar, y en el caso de que eso sea cierto, debe tratarse con toda firmeza, debe corregirse con urgencia. Es más, no deben producirse esos casos. Y si se producen, no deben silenciarse las medidas tomadas con sus causantes, los medios que se adoptan para evitar tales casos y el destino final de los menores.

Es un problema social, y los menores son tutelados por las autoridades en nombre de la sociedad.

¿O es que tendremos los ciudadanos que tutelar a las autoridades?

miércoles, 23 de diciembre de 2009

LOS POÉTICOS HUESOS DE FEDERICO

Pese a la oposición frontal de los herederos de Federico García Lorca (familia Montesinos), se han buscado los huesos del poeta allí donde se pensó que estaban y en lo que se empecinó el hispanista Ian Gibson. Pero, tras excavar en Alfacar, no se ha encontrado nada.

Y surge la primera cuestión: ¿hasta dónde son fiables los estudios de los hispanistas? No es cuestión moderna; ya estaba planteada.

Pero, ¿qué se pretendía con esta búsqueda que ha resultado fracasada? ¿Entrar en García Lorca por la puerta de la Memoria Histórica? Sin negar esa puerta, que no es negable, no parece la más adecuada. Sus ideas políticas y su actitud personal, fueron llevadas por García Lorca con una dignidad envidiable, aunque algunos han utilizado la experiencia de La Barraca como la expresión de la popularización de la cultura, que lo era, pero no esta estaba adscrita a otra bandera que a la de la cultura.

A García Lorca, como a cualquier artista, hay que entrar por la puerta de su obra. Y, por su temprana muerte, se ignora totalmente dónde hubiera llegado la magna obra del escritor granadino. Poeta, dramaturgo, músico, pintor…

Pero sin duda que La casa de Bernarda Alba, junto con Luces de Bohemia, de Valle, es una de las grandes obras del teatro español y que merece especial lugar, sin menospreciar a Lope y a Calderón.
Los huesos de Federico siguen siendo poéticos y van y vienen a la fragua con su polisón de nardos, como la luna a la que con asombro miraba el niño.

domingo, 20 de diciembre de 2009

TURISMO HUMANITARIO

La participación empresarial y particular en proyectos humanitarios que llevan a cabo gran cantidad de instituciones sin ánimo de lucro, dentro y fuera del país de referencia y origen, ha generado el desplazamiento al terreno de ejecución de proyectos (que puede ser el hospital de la propia ciudad o la más recóndita aldea de Rwanda) de muchas personas que, de algún modo, quieren colaborar directamente en la promoción de los más desfavorecidos.

Entre las personas que se desplazan al terreno, se debe distinguir claramente entre voluntario y cooperante, con el fin de que no se produzcan equívocos. Es voluntario el que dedica una parte de su tiempo libre (de su jornada laboral o vacaciones) en prestar un servicio en el terreno a algún sector desfavorecido, y generalmente a través de una ONG. La virtud más deseada en el voluntario es la constancia.

Es cooperante el que va al terreno a prestar un servicio profesional, generalmente poco remunerado, pero al cabo recibiendo un estipendio por sus servicios.

Ambas acciones son loables.

Menos loable es, sin duda, el desplazamiento al terreno de personas muy conocidas (“famosos”) que mediante su visita esporádica a un proyecto ganan imagen para sí mismo y para la ONG que gestiona el proyecto que, incluso, aprovecha la repercusión organizada de la visita en los medios para realizar una acción de recaudación fondos.

Entre las tres categorías de colaboración, ha nacido el “turismo humanitario”, que en ocasiones está perfectamente organizado y en otras no tanto.

Esta cuestión ha salido peligrosamente a la luz con el secuestro de tres voluntarios que se desplazaban en caravana a los campamentos de Tinduf con ayuda humanitaria, y sobre todo con los “amables” calificativos que cierto escritor ha lanzado sobre ellos en un artículo publicado en algún medio.

Mal andamos si con esto se comienza con un “turismo humanitario” como alternativa de ocio tranquilizador de conciencias.

El cooperante, el voluntario y el visitante a un proyecto, cualquiera que sea su condición, debe conocer de antemano las condiciones sociopolíticas del terreno y, sobre todo, los riesgos que puede o no puede afrontar en su visita. De ahí las vacunas, los cursos previos, etc. Y si todas estas circunstancias arrojan un panorama dudoso, se debe anular esa visita dejando hacer a los expertos.

Quizás el secuestro producido y al que se alude, conociendo todas las circunstancias, hubiera podido evitarse suspendiendo la visita. El riego existía puesto que el secuestro se ha producido. Pero más aún, una vez producido el hecho, se debe tener la máxima prudencia, porque su liberación no depende de la negociación diplomática entre dos Estados, sino en la negociación a tumba abierta entre un Estado y unos terroristas.
Que todo termine felizmente.

jueves, 17 de diciembre de 2009

LA DIGNIDAD GANADA

LA DIGNIDAD GANADA.

Esta mañana, 11:00. Pasillos de la estación de metro de Sol. Un aciano tocaba el violín para obtener unas monedas. Bien vestido con traje gris impoluto, corbata y gabardina. Estaba acompañado por una anciana, posiblemente su esposa, también bien vestida con falda marrón y chaquetón.

En el suelo, el estuche del violín con un plato para recoger las limosnas y un cartel pidiendo que no les hicieran fotografías, lo que indica que son habituales en este oficio de tocar y pedir limosna en los pasillos del metro.

Las melodías eran conocidas y el anciano las interpretaba leyendo unas partituras. Pero el anciano no tenía atril. Su esposa, con sumo cuidado, sujetaba las partituras de modo que el anciano pudiera leerlas con facilidad.

Muchas conclusiones se pueden extraer de este hecho. La primera, y fundamental, es que la sociedad del bienestar está hecha trizas cuando dos ancianos tienen que complementar su pensión mendigando en el metro.

La segunda, y no menos fundamental, es que esos ancianos son la encarnación de la conservación de la dignidad humana más profunda que no han perdido y que se han ganado a lo largo de sus vidas.

La tercera, que no intentaban dar lástima, lo que se reflejaba en sus ropas y su compostura. Piensan aún que el arte y la dignidad están por encima de la compasión, la lástima y el fingimiento de la pobreza.

Una imagen para no olvidar.

viernes, 11 de diciembre de 2009

CIENCIAS Y HUMANIDADES

Era excesivamente injusto que aquellos que estudiamos bachillerato hace años, por el Plan Villar Palasí, tuviéramos que elegir a los catorce años entre letras y ciencias.

Eso suponía la horrible desgracia de que los que elegían letras no volvían a estudias matemáticas, física y química. Los de ciencias, abandonaban el latín, no se iniciaban en griego, olvidaban la historia del arte y aprendían algo de literatura.

No teníamos edad para decidir sobre asunto tan importante. La elección estaba basada más en las facilidad de cada uno por unas materias concretas que en la vocación de futuro.

En la actualidad sigue ocurriendo prácticamente lo mismo. Los técnicos y tecnológicos son cada vez más técnicos y tecnológicos y los humanistas más humanistas. Es decir, todos somos más ignorantes.

No es de recibo que a estas alturas los saberes sean incompatibles. Las humanidades también son técnicas.

Con motivo de la publicación de “La Nueva Gramática (El español de todo el mundo)”, las autoridades académicas debieran reflexionar sobre los planes de estudios de las generaciones relevistas. Las ciencias (una a una y todas unidas) hacen libres a los hombres. ¿O es quizás eso lo que se quiere evitar?.
Por cierto que el subtitulo de la “Nueva Gramática” está soberbiamente elegido.

miércoles, 2 de diciembre de 2009

LA BOLSA DE POBREZA

Los pilares de la sociedad del bienestar, economía, enseñanza y sanidad, resumiendo al máximo, se han venido abajo. Quizás pudiéramos salvar la sanidad, pero según en qué sitios.

La nota más dramática de todos los indicadores consultados, es la del desempleo que alcanza el 19,3% de la población activa.

Este dato, además de darnos una situación precaria de cotizantes, nos hace intuir la situación dramática por la que pasan muchas familias, cuyos miembros han agotado todo tipo de prestaciones y sus ingresos son de cero euros. Mal asunto, porque no se intuye cuando se comenzará a crear empleo.

Pero la situación de pobreza creada por estas enormes tasas de desempleo, no terminarán fácilmente. Más aún, dentro de diez o quince años se seguirá sufriendo. Baste pensar que todos aquellos que han ido a la calle con cincuenta o más años, no encontrarán empleo. Sus cotizaciones serán bajas o nulas y, por ende, las pensiones a las que tengan derecho, si es que lo tienen, serán mínimas.

La pobreza está servida para muchos años.

Es necesario cambiar las estructuras empresariales, laborales, sindicales. No se trata de buscar un remedio a corto plazo, que también. Se trata, por una vez, de pensar en una estructura social, económica, laboral y sindical para el futuro, y eso requiere muchos cambios que parece que nadie tiene intención de iniciar.
De lo contrario, la horrible crisis nos estallará en las manos de muy diversas maneras y la paz social puede terminar hecha añicos.